Dolorido, pero lleno de orgullo. Así se retiró Sebastián del Green Point Stadium, tras un partido en el que, según el minuano, "se perdió con personalidad y jerarquía".
"Creo que Uruguay dio una demostración de tesón y orgullo, sobre todo después de los dos impactos que recibimos en menos de cinco minutos (por el segundo y tercer gol holandés), que si hubiera sido otro equipo quizás tiraba la toalla antes de tiempo y nosotros luchamos hasta el final", sostuvo el "Loco" en la zona mixta.
El delantero, que fue una pieza clave para que la selección lograra el pase a la semifinal, también se refirió a la lección que debe dejar esta experiencia que el fútbol uruguayo no vive hace 40 años. "Más allá de la tristeza de no poder pelear el título, este actuación tiene que servir para el crecimiento de los más jóvenes que tienen más mundiales por delante", reflexionó el delantero.
Por eso, Abreu aclaró que el partido por el tercer puesto no debe ser visto como el premio el consuelo de una definición, sino como un desafío para la selección, ya que no es lo mismo ser tercero que acceder al podio mundialista: "Esta derrota duele, pero ahora tenemos que encarar el próximo partido con la misma motivación que si fuera una final, porque no es lo mismo ser terceros que cuartos y el plantel sabe que eso es prestigio que está en juego", agregó.
Qué honor. El presidente brasileño Lula Da Silva designó al "Loco" como representante brasileño de la semifinal de la Copa del Mundo luego que el equipo dirigido por Dunga quedara eliminado por Holanda en cuartos de final.
Consultado por esa particular designación, el Loco dijo tener sólo palabras de agradecimiento al presidente brasileño que, si bien es hincha del Corinthians, tiene muy presente que Abreu es ídolo en el Botafogo carioca.
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